Quizá, al abrir la pequeña caja-regalo, te hayas preguntado ¿por qué un pez en Navidad? ¿No habría sido mejor una estrella, un pesebre o cualquier otro símbolo más popular? Si tienes paciencia y lees hasta el final del escrito sabrás el porqué. 

 

    Que los primeros discípulos de Jesús eran pescadores, eso seguramente ya lo sabías. Que uno de los milagros más llamativos que hizo Jesús fuese el de la multiplicación de los panes y los peces, también. Pero hay algo más relacionado con  el pez que quizá no sepas.

 

    Durante los primeros siglos bajo el imperio romano, los cristianos fueron perseguidos y tuvieron que buscar una manera discreta para darse a conocer como discípulos de Jesús, así que utilizaron el símbolo del pez. ¿Por qué? El origen está en la misma palabra PEZ. En griego, PEZ era ICTHYS (ΙΧΘΥΣ), que es un acrónimo de "Jesucristo, Hijo de Dios, Salvador”.